miércoles, 6 de mayo de 2020

Antiviral

Droga vírica

Una vez me dijeron que nunca me fíe de la gente con barba. Es rara. Aun así, como persona hiper tolerante que soy, decidí darle una oportunidad a Víctor Panys, desequilibrado CEO en Panic in Frames y dictador total de la web Terror21, para que nos cuente un poco sus impresiones sobre la ópera prima del hijísimo. Ahí va:

Hoy os traigo una gran película acertada y ajustada a los tiempos actuales de cuarentena y coronavirus. No os la podéis perder, está en Filmin así que no hay excusa ninguna que valga y es el debut de Brandon Cronenberg, hijo del mísmisimo David Cronenberg. ¿Qué más queréis o necesitáis?

Antiviral narra la historia de un joven, interpretado por Caleb Landry Jones, que trabaja en una empresa muy rara y algo illuminati la cual se dedica a juguetear y modificar virus y cadenas genéticas, además de poseer una máquina ultra avanzada que es capaz de poner rostro al virus y a la enfermedad. Quizá esto sea lo que más desconcierta y más grima y duda provoque a lo largo de la película. Además, el joven se dedica a vender estos virus de manera ilegal en una especie de mercado negro que tienen montado donde comercializan con tejido muscular extraído de estos virus. A lo estilo Sweeny Todd pero a lo grande pues no se queda solo en el canibalismo muscular, sino que estos tejidos son de gente famosa y los fans compran compulsivamente y hacen colas inmensas por obtener un cacho de filete de esta gente.

Que tiemble Wuhan porque les acaban de delatar. Gracias a esta película me imagino sus laboratorios igual que estos incluso te haces plantear que perfectamente podría suceder y que quizá poco nos falte para ello.
Nuestro joven para poder sacar estos virus de la empresa se los inyecta en vena pues en casa tiene una maquina clandestina donde se extrae sangre, la cual contiene el virus lógicamente, y empieza a ver esos rostros perturbadores víricos que a continuación comercializará en forma de copias siendo él la propia mula. Claro está que el plot twist consiste en que uno de estos virus será letal y tendrá que luchar a vida o muerte mientras se ve envuelto en una mafia científica.


Con un inicio la mar de inquietante y una estética brutal y espléndidamente blanca que perdura a lo largo del metraje, nos sumerge en este fantástico y perfectamente real mundo creado por Brandon Cronenberg. Esto se apoya principalmente en el personaje interpretado por Caleb el cual está más que sobresaliente, aunque un poco pálido, que se verá envuelto en algo siniestro. Cierto es que a lo largo de la película nos asaltan ciertas dudas o ganas de haber profundizado más en ciertos aspectos y que el final se queda algo cojo en comparación con la buena historia que lo rodea.

Una estética acertada y muy diferente, escenas angustiosas, unos planos no comunes y bien compuestos que incrementan aún más la perversidad y oscuridad de toda la trama, y un guion bien sustentado hacen que sea una muy buena película y un excepcional debut de Cronenberg jr.
Una historia retorcida que pone de manifiesto una distopía no muy lejana caracterizada por la locura de los followers y que demuestra que el legado de los Cronenberg está en buenas manos. 


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